“UNA SEÑAL DE ESPERANZA PARA EL AÑO NUEVO.”

“La gente, al ver esta señal milagrosa hecha por Jesús, decía: –De veras este es el profeta que había de venir al mundo.” (Juan 6:14, DHH).

En apenas 15 días terminará el 2020. Este año quedará en la memoria de millones como un mal año: ¡Pandemias, aislamiento social, desastres naturales, caída brusca de la economía, descontento social, ineficacia política para solucionar las crisis, incertidumbre, desesperanza, falta de confianza…!
En nuestra nación las medidas económicas pronosticadas para el 1ro de enero del 2021, han generado incertidumbre en un pequeño sector de la población que, aunque no cuenta para el análisis de los estadistas, es de vital importancia para la estabilidad de la nación. Me refiero al “obrero cristiano.”
Durante la crisis de los años 90´del pasado siglo, el cristianismo en Cuba creció de una manera inusitada. ¡Miles de personas vinieron a los pies de Jesús! El crecimiento trajo consigo la necesidad de más obreros: “Es abundante la cosecha, pero son pocos los obreros. Pídanle, por tanto, al Señor de la cosecha que mande obreros a su campo.” (Lucas 10.2, NVI). Pastores, misioneros, administradores, obreros para diferentes ministerios dentro de la iglesia… fueron contratados para atender la abundante cosecha. Cristianos de otras naciones del mundo, viendo el despertar espiritual ocurrido en Cuba, enviaron ofrendas de amor para sostener a ese ejercito de obreros cristianos llamados por el Señor de la cosecha.
Treinta años después de aquel despertar, “Satanás ha pedido zarandearlos a ustedes como si fueran trigo.” (Lucas 22.31, NVI). Este año las fronteras se cerraron, la economía cayó, los diezmos y ofrendas disminuyeron, la ayuda foránea se ha recortado. Las arcas de la Iglesia y de las Asociaciones de Iglesias están vacías… y como si fuera poco, en nuestra nación el costo de la vida ha de aumentar el primer día de año nuevo ¡cinco veces!
El gobierno ha de aumentar en igual proporción el salario de los obreros estatales. Los que trabajan por cuenta propia han de incrementar el precio de sus servicios para tratar de mantener rentables sus negocios… pero ¿Qué pasará con los que fueron llamados a trabajar en la Iglesia de Jesucristo? ¿Qué pasará con aquellos que abandonaron sus puestos de trabajo para venir a trabajar a la Iglesia? Los obreros cristianos pudrían decir: “¿De dónde vendrá mi socorro?” (Salmo 121.1, RVR60). Quien hizo esa pregunta en un momento crítico de su vida, también encontró una respuesta: “¡Mi ayuda viene del SEÑOR, quien hizo el cielo y la tierra! Él no permitirá que tropieces; el que te cuida no se dormirá. En efecto, el que cuida a la Iglesia* nunca duerme ni se adormece.” (Salmo 121.2–4, NTV. *Israel).

Quien nos contrató para trabajar en la Iglesia no fue el Estado, no fue un “cuentapropista”, no fue un “pequeño agricultor”, no fue un selecto grupo de “hombres emprendedores”, no fue un “ministerio foráneo.” Quien nos contrató no es de este mundo. Quien nos contrató nos comisionó para buscar, enseñar y cuidar ciudadanos para Su Reino. ¡El llamado a trabajar en “SU EMPRESA” lo hizo Dios mismo! Respecto a nuestro sostén Él nos dijo: “No se preocupen ni digan: ‘¿Qué vamos a comer?’ o ‘¿Qué vamos a beber?’ o ‘¿Qué ropa vamos a usar?’ La gente que no conoce a Dios trata de conseguir esas cosas, pero ustedes tienen a su Padre en el cielo que sabe que necesitan todo esto. Así que, primero busquen el reino de Dios y el bien que Dios quiere que hagan, y se les dará todo lo que necesitan. No se preocupen por el día de mañana, porque el mañana traerá sus propias preocupaciones. Cada día tiene sus propios problemas.» (Mateo 6.31–34, NTV).

“CAMINOS DE VICTORIA” es un proyecto misionero que la Iglesia Bautista Betel de Vueltas comenzó hace 20 años. La visión de dicho proyecto fue llenar de Iglesias Bautistas Saludables toda la carretera del Circuito Norte desde la ciudad de Morón en Ciego de Ávila hasta Varadero en Matanzas. El primer viaje en dicho recorrido se hizo el 18 de julio del año 2000. Veinte años después, unidos a otras Iglesias a lo largo y ancho de ese recorrido, se han logrado plantar más de 40 iglesias y hoy de trabaja en igual número de misiones a convertirse en nuevas iglesias. Más de 150 obreros cristianos en ciudades, pueblos y caseríos, a lo largo de un trayecto de 250 km de carretera, trabajan hoy para lograr ese sueño. ¿Qué pasará con el futuro económico de esos obreros?
Para recordarnos que sus promesas son verdaderas, Dios nos ha enviado una SEÑAL DE ESPERANZA. El lunes 7 de diciembre alguien llegó muy temprano en la mañana a las oficinas de nuestra Iglesia y depositó una ofrenda proveniente de una iglesia en los EEUU. Aún no sabemos el nombre de la persona que lo envió, ni la Iglesia a que pertenece. Luego de algunas gestiones preguntando sobre cuál era el destino de dichos fondos, alguien nos hizo saber que era una ayuda salarial para los obreros del proyecto “Caminos de Victoria.”

El martes 8 de diciembre le transmití un mensaje al donante. Le dije: “Dios ha puesto en mi corazón el deseo de entregar esa ayuda a quienes trabajan en el proyecto misionero como un aguinaldo por Navidad.” Él me mandó a decir: “Haz lo que entiendas correcto.” A la vez me volvió a recordar el propósito original. Para finales de esa misma semana el Presidente de nuestra nación informó que el 1ro de enero sería el día señalado para el incremento salarial con el incremento adicional del costo de vida. A partir de ese día todos los productos y servicios subsidiados por el Estado costarían ¡cinco veces más que el actual!
Ayer comenzamos a distribuir el “AGUINALDO” a cada uno de los 146 obreros que trabajan en el proyecto. La ofrenda alcanzó para dar: ¡$1000.00 CUP por obrero!
UNA NOTA INTERESANTE. El gobierno dio la siguiente información oficial: “los obreros estatales y el personal jubilado, recibirá a partir del día 23 de diciembre una ayuda adicional de $1000.00 CUP para afrontar el incremento de los costos de alimentos y otros servicios básicos, acorde con los cambios que ocurrirán a partir del primer día de año nuevo.”


Lo que ha pasado con el equipo de trabajo del proyecto “Caminos de Victoria”, es “UNA SEÑAL DE ESPERANZA PARA EL AÑO NUEVO.” Es una señal para quienes trabajan para la obra de Dios. De una u otra forma igual pasará con cada hombre o mujer llamado por Dios a su servicio. Y no solo para quienes hoy están trabajando, pasará también para cuantos más sean llamados a ministrar en este tiempo. En tiempos de “hambre espiritual”, Dios siembre llama a su gente a ministrar no solo en satisfacer necesidades físicas, sino también las espirituales de un pueblo en necesidad: “Cuando vio a las multitudes, les tuvo compasión, porque estaban confundidas y desamparadas, como ovejas sin pastor.” (Mateo 9.36, NTV). Hoy estamos siendo zarandeados pero el mismo Señor que habló a Pedro en una situación similar, hoy nos consuela con las siguientes palabras (pon tu nombre en la línea en blanco): “¡__________escucha! He orado para que no pierdas tu fe. Cuando vuelvas a mí, ayuda a tus hermanos a ser más fuertes.» (Lucas 22:32, PDT).

Amado compañero de milicia, la SEÑAL DE ESPERANZA que hemos recibido, es un recordatorio que el propio Espíritu de Dios intercede hoy a favor de nosotros para “que no perdamos la fe y podamos ser de ayuda a otros hermanos a ser más fuertes.” Que podamos a la vez consolar a las “multitudes que están confundidas y desamparadas como ovejas sin pastor.”
Hoy nuestra tierra cansada por lo prolongado de sus crisis, necesita una Luz. En Navidad, recordamos la llegada de esa Luz. “La gente que caminaba en la oscuridad ha visto una gran luz. Ha brillado una luz para los que vivían en una tierra oscura. Tú has hecho crecer nuestra nación, has aumentado la alegría del pueblo… Porque nos ha nacido un niño, se nos ha dado un hijo. Sobre sus hombros descansa la autoridad y se le han puesto estos nombres: Hacedor de grandes planes, Dios invencible, Padre eterno, Príncipe que trae la paz. La grandeza de su autoridad y paz no tendrá fin… Todo esto será posible, debido al amor intenso del Señor Todopoderoso.» (Isaías 9.2-7, NTV). ¡Roguemos y trabajemos por que la Luz de Jesús llene nuestra Tierra!” Pedimos ¡Luz para mi Tierra!

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4 comentarios en ““UNA SEÑAL DE ESPERANZA PARA EL AÑO NUEVO.”

  1. Muy oportuna esta publicación. El enemigo ha tratado de sembrar el temor al desamparo con esta situación a quienes hemos dejado todo por servir a Cristo, pero debemos recordar que el mismo Dios que nos llamó nos envió y proveerá para todos.
    Joven fui, y he envejecido,
    Y no he visto justo desamparado,
    Ni su descendencia que mendigue pan.
    Salmos 37:25

  2. Gloria a Dios en las alturas y buena voluntad para con los hombres.Nuestro señor todo poderoso ,Rey de Reyes y señor de señores, nos ha enseñado a orar y tener fe ,fe que mueve montañas, y aquí esta la muestra .escuchó las oraciones de su pueblo,su clamor y más rápido contestó. Dios bendiga su Iglesia

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