El mismo perro con diferente collar.

En estos días nuestra comunidad ha sido suscitada con un juego que se hace llamar “la bola”. No tengo pensado explicar cómo funciona, pero si quieres saberlo, busca en Google o en la Wikipedia el “esquema Ponzi” y podrás identificar en la gran estafa que ha caído nuestra comunidad. La Biblia no se equivoca, “La historia no hace más que repetirse; ya todo se hizo antes. No hay nada realmente nuevo bajo el sol. A veces la gente dice: «¡Esto es algo nuevo!»; pero la verdad es que no lo es, nada es completamente nuevo.” (Eclesiastés 1.9–10, NTV)

Ahora, el problema no son los juegos o las apuestas, sino que tú te sumes a estas.  Hay una frase muy famosa de un viejo predicador que dice: “Tú no puedes evitar que los pájaros vuelen sobre tu cabeza, pero si que hagan nido sobre ti”. Tú no puedes evitar ser tentado, Jesús el Hijo de Dios fue tentado, “… fue tentado en todo según nuestra semejanza, pero sin pecado.” (Hebreos 4.15, RVR60) Ahora, lo que tú si puedes es no ceder ante la tentación. “Pues Dios no nos ha dado un espíritu de temor y timidez sino de poder, amor y autodisciplina.” (2 Timoteo 1.7, NTV) “Cuando sean tentados, acuérdense de no decir: «Dios me está tentando». Dios nunca es tentado a hacer el mal y jamás tienta a nadie. La tentación viene de nuestros propios deseos, los cuales nos seducen y nos arrastran. De esos deseos nacen los actos pecaminosos, y el pecado, cuando se deja crecer, da a luz la muerte.” (Santiago 1.13–15, NTV)

Aquellas personas que han pasado por la entrevista a la membresía de nuestra iglesia recordarán que la comisión les hizo una pregunta (que está en la planilla para la membresía de la Iglesia) ¿En este momento usted está practicando algún pecado que afecte negativamente el testimonio de la iglesia a la que va a ser miembro, y que esté destruyendo su propia vida? Y uno de los mencionados es. Jugador, apostador dinero. Nuestra iglesia cree en los principios que da la Palabra de Dios para obtener dinero.  

  • Trabajar: “Incluso mientras estábamos con ustedes les dimos la siguiente orden: «Los que no están dispuestos a trabajar que tampoco coman».” (2 Tesalonicenses 3.10, NTV) “Tienes seis días en la semana para hacer tu trabajo habitual, pero el séptimo día es un día de descanso y está dedicado al Señor tu Dios…” (Éxodo 20.9–10, NTV)
  • Inversiones prudentes (ver parábola de los talentos Lucas 19: 11-27)
  • Por medio de donativos o herencias. “Miren que por tercera vez estoy listo para visitarlos, y no les seré una carga, pues no me interesa lo que ustedes tienen sino lo que ustedes son. Después de todo, no son los hijos los que deben ahorrar para los padres, sino los padres para los hijos.” (2 Corintios 12.14, NVI)

Como en ningún texto de las escrituras encontramos el agrado de Dios a las apuestas o al juego de dinero, te decimos que estos te desvirtúan de la voluntad de Dios para tu vida y te destruirán, pues:

  • El juego o las apuestas hacen que la fe se deposite en la casualidad o la suerte, en lugar de en los cuidados y la providencia de Dios[1].  Las escrituras dejan bien clara que nuestra fe tiene que estar puesta solamente en Jesús. “puestos los ojos en Jesús, el autor y consumador de la fe…” (Hebreos 12.2, RVR60) “… ¿De dónde vendrá mi socorro? Mi socorro viene de Jehová, Que hizo los cielos y la tierra.” (Salmo 121.1–2, RVR60) “Así ha dicho Jehová: Maldito el varón que confía en el hombre, y pone carne por su brazo, y su corazón se aparta de Jehová.” (Jeremías 17.5, RVR60)
  • Una persona que juega trata de sacar provecho de las pérdidas de otro. Esto se encuentra al borde de la codicia y el robo. Acaso las escrituras no dicen: “»No robes.” (Éxodo 20.15, NVI) “… «Ama a tu prójimo como a ti mismo.»” (Gálatas 5.14, NVI)
  • El juego fomenta un espíritu avaro. Recalca el obtener en lugar del dar, el interés egoísta en lugar del auto sacrificio, y erosiona la fibra moral de la sociedad. Las escrituras nos muestran que el propio Jesús es la máxima muestra de entrega, del darse por amor, por eso, todo aquello que quiebre la acción de dar, nos retrocede en lo que Dios quiere de y para nosotros. “…Jesús entregó (se dio) su vida por nuestros pecados para rescatarnos de este mundo de maldad en el que vivimos.” (Gálatas 1.4, NTV) “Cada uno debe decidir en su corazón cuánto dar; y no den de mala gana ni bajo presión, «porque Dios ama a la persona que da con alegría».” (2 Corintios 9.7, NTV)

Permíteme darte algunos textos para que medites en ellos:

“Así que, sea que coman o beban o cualquier otra cosa que hagan, háganlo todo para la gloria de Dios.” (1 Corintios 10.31, NTV)

“Ustedes dicen: «Se me permite hacer cualquier cosa», pero no todo les conviene. Y aunque «se me permite hacer cualquier cosa», no debo volverme esclavo de nada.” (1 Corintios 6.12, NTV)

“Por lo tanto, amados hermanos, les ruego que entreguen su cuerpo a Dios por todo lo que él ha hecho a favor de ustedes. Que sea un sacrificio vivo y santo, la clase de sacrificio que a él le agrada. Esa es la verdadera forma de adorarlo.” (Romanos 12.1, NTV)

 “»No codicies la casa de tu prójimo. No codicies la esposa de tu prójimo, ni su siervo, ni su sierva, ni su buey, ni su burro, ni ninguna otra cosa que le pertenezca».” (Éxodo 20.17, NTV)

“Piensen en las cosas del cielo, no en las de la tierra.” (Colosenses 3.2, NTV)

“Así que hagan morir las cosas pecaminosas y terrenales que acechan dentro de ustedes. No tengan nada que ver con la inmoralidad sexual, la impureza, las bajas pasiones y los malos deseos. No sean avaros, pues la persona avara es idólatra porque adora las cosas de este mundo.” (Colosenses 3.5, NTV) “A causa de esos pecados, viene la furia de Dios.” (Colosenses 3.6, NTV)

“porque raíz de todos los males es el amor al dinero, el cual codiciando algunos, se extraviaron de la fe, y fueron traspasados de muchos dolores.” (1 Timoteo 6.10, RVR60)

“La riqueza lograda de la noche a la mañana pronto desaparece; pero la que es fruto del arduo trabajo, aumenta con el tiempo.” (Proverbios 13.11, NTV)

“No te desgastes tratando de hacerte rico. Sé lo suficientemente sabio para saber cuándo detenerte. Las riquezas desaparecen en un abrir y cerrar de ojos, porque les saldrán alas y se irán volando como las águilas.” (Proverbios 23.4–5, NTV)

“Los que aman el dinero nunca tendrán suficiente. ¡Qué absurdo es pensar que las riquezas traen verdadera felicidad!” (Eclesiastés 5.10, NTV)

“No amen el dinero; estén contentos con lo que tienen, pues Dios ha dicho: «Nunca te fallaré. Jamás te abandonaré».” (Hebreos 13.5, NTV)

“»Nadie puede servir a dos amos. Pues odiará a uno y amará al otro; será leal a uno y despreciará al otro. No se puede servir a Dios y al dinero.” (Mateo 6.24, NTV)


[1] Billy Graham, Manual de Billy Graham para obreros cristianos, (Miami FL: Editorial Unilit, 1995), 157.

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