“EL PLAN DE DIOS PARA EL HOMBRE.” (4)

“LA IGLESIA EN EL PLAN DE DIOS.”

“Cristo llena todo con su presencia, y en la iglesia se muestra todo lo que él es.» (Efesios 1:22-23, PDT).

ES VERDAD que todos los seres humanos hemos pecado. «Sí, todos hemos pecado; ninguno de nosotros alcanza el glorioso ideal divino.» (Romanos 3:23, LBAD). No podemos “participar de la gloria de Dios.” (PDT).

ES VERDAD que el pecado nos separa de Dios. «El problema está en que sus pecados los han separado de Dios.» (Isaías 59:2, LBAD). Nuestras faltas nos “separaron… de nuestro Dios, y nuestros pecados le hicieron esconder Su rostro de vosotros, para no oír.” (Biblia de Jerusalén).

ES VERDAD que cuando nuestra relación con Dios no es correcta, eso ocasiona problemas en cada área de nuestra vida: En el matrimonio, en nuestra profesión, en nuestras relaciones con los demás, en nuestras finanzas, en la comprensión de nuestra propia existencia… “Sus labios dicen mentiras y su lengua dice maldades. Ninguno pone demandas justas ni va a juicio con honestidad…  Conciben maldad y dan a luz el mal. …hacen maldades y sus manos cometen hechos de violencia…” (Isaías 59:3-13, PDT).

ES VERDAD que el pecado rompe nuestra relación con Dios. Nos da miedo presentarnos ante Él. Así dijo el primer ser humano al pecar: “…tuve miedo… Por eso me escondí.” (Génesis 3:10, BAD).

ES VERDAD que “cada uno de nosotros tendrá que responder por sí mismo ante Dios.” (Romanos 14.12, NTV). “Dios nos juzgará por cada cosa que hagamos, incluso lo que hayamos hecho en secreto, sea bueno o sea malo.” (Eclesiastés 12.14, NTV).

ES VERDAD que en nuestra necedad preferimos decir: «No hay Dios.» (Salmo 53:1, BAD). Decidimos cambiar “la verdad acerca de Dios por una mentira. Y así rindieron culto y sirvieron a las cosas que Dios creó pero no al Creador mismo… Por esa razón, Dios los abandonó a sus pasiones vergonzosas. Aun las mujeres se rebelaron contra la forma natural de tener relaciones sexuales y, en cambio, dieron rienda suelta al sexo unas con otras. Los hombres, por su parte, en lugar de tener relaciones sexuales normales, con la mujer, ardieron en pasiones unos con otros. Los hombres hicieron cosas vergonzosas con otros hombres y, como consecuencia de ese pecado, sufrieron dentro de sí el castigo que merecían. Por pensar que era una tontería reconocer a Dios, él los abandonó a sus tontos razonamientos y dejó que hicieran cosas que jamás deberían hacerse. Se llenaron de toda clase de perversiones, pecados, avaricia, odio, envidia, homicidios, peleas, engaños, conductas maliciosas y chismes. Son traidores, insolentes, arrogantes, fanfarrones y gente que odia a Dios. Inventan nuevas formas de pecar y desobedecen a sus padres. No quieren entrar en razón, no cumplen lo que prometen, son crueles y no tienen compasión. Saben bien que la justicia de Dios exige que los que hacen esas cosas merecen morir; pero ellos igual las hacen. Peor aún, incitan a otros a que también las hagan.” (Romanos 1.25–32, NTV).

ES VERDAD que vivir nuestras vidas fuera de la voluntad de Dios nos llena de miedo. Teme el hombre porque sabe que “La paga del pecado es muerte” (Romanos 6:23, BAD), “Allí los tenéis, sobrecogidos de miedo, cuando no hay nada que temer.” (Salmo 53:5, BAD). No debe haber temor porque “…LA DÁDIVA DE DIOS” “EL REGALO QUE DIOS NOS DA(PDT) “es vida eterna en Cristo Jesús, nuestro Señor.” (Romanos 6:23, BAD).

DE ESE REGALO TRATA EL PLAN DE DIOS PARA EL HOMBRE. «Antes de la creación del mundo, Dios decidió adoptarnos como hijos suyos a través de Jesucristo. ESO ERA LO QUE ÉL TENÍA PLANEADO y le dio gusto hacerlo… La sangre que Cristo derramó en su muerte pagó el rescate para librarnos del pecado. Es decir, que Dios es tan generoso que perdona nuestras faltas. Nos mostró generosamente su bondad. Con completa sabiduría y entendimiento NOS HA DADO A CONOCER SU PLAN SECRETO. Esto fue lo que con gusto Dios quiso hacer por medio de Cristo. EL PLAN DE DIOS, que se terminará a su debido tiempo, es poner bajo el mando de Cristo todo lo que hay en el cielo y en la tierra.» (Efesios 1:5-10, PDT). El plan de Dios es una evidencia de Su amor por el hombre.

POR AMOR, DIOS “nos escogió antes de la creación del mundo para que fuéramos su pueblo santo, es decir, libres de pecado ante él.» (Efesios 1:4, PDT).

POR AMOR, DIOS “dio a su único Hijo, para que todo el que crea en él no se pierda, sino que tenga vida eterna. Dios no envió a su Hijo al mundo para condenar al mundo, sino para salvarlo por medio de él.” (Juan 3.16–17, NTV). “Dios muestra su amor para con nosotros en que, siendo aún pecadores, Cristo murió por nosotros.” (Romanos 5.8, RVR60).

POR ESE AMOR, JESUCRISTO aun siendo rico “se hizo pobre para que mediante su pobreza pudiera hacernos ricos.” (2 Corintios 8.9, NTV).

POR ESE AMOR, JESUCRISTO vino a este mundo. “Aquel que es la luz verdadera, quien da luz a todos, venía al mundo. Vino al mismo mundo que él había creado… a todos los que creyeron en él y lo recibieron, les dio el derecho de llegar a ser hijos de Dios… se hizo hombre y vino a vivir entre nosotros. Estaba lleno de fidelidad y AMOR INAGOTABLE.” (Juan 1.9–14, NTV).

POR ESE AMOR, JESUCRISTO “entregó su vida por la Iglesia.» Lo hizo para hacer que “la iglesia fuera santa.” Se la presentó “a sí mismo como una novia, llena de esplendor y belleza. Cristo murió para que la iglesia fuera pura, sin mancha, ni arruga, ni nada semejante… Cristo cuida a la iglesia porque formamos parte de su cuerpo.” (Efesios 5:25-30, PDT).

POR ESE AMOR, JESUCRISTO prometió a sus seguidores un lugar junto a Él en la casa de Su Padre. Él nos dijo: “Voy a prepararles un lugar… regresaré. Los llevaré conmigo para que estén donde estoy yo.» (Juan 14:2-3, PDT).

¿QUÉ DEBO HACER PARA ACCEDER AL PLAN DE DIOS?

Hay cuatro cosas que Dios quiere que yo haga:

1. ADMITA QUE DIOS no ha tenido el primer lugar en su vida, y pídale perdón por todos los pecados cometidos. “Si confesamos nuestros pecados, Dios, que es fiel y justo, nos los perdonará y nos limpiará de toda maldad.” (1 Juan 1:9, BAD).

2. CREA QUE JESUCRISTO murió para pagar por sus pecados y que resucitó y está a la diestra del Padre. «Y si declaras con tus propios labios que Jesucristo es tu Señor, y crees de corazón que Dios lo levantó de entre los muertos, te salvarás.» (Romanos 10:9 LBAD); «¡En ningún otro hay salvación! No hay otro nombre (Jesús) bajo el cielo que los hombres puedan invocar para salvarse.» (Hechos 4:12, LBAD).

3. ACEPTE EL REGALO DE DIOS. La Salvación es gratis. No trate de ganarla. “Ustedes han sido salvados porque aceptaron el amor de Dios. Ninguno de ustedes se ganó la salvación, sino que Dios se la regaló. La salvación de ustedes no es el resultado de sus propios esfuerzos. Por eso nadie puede sentirse orgulloso.” (Efesios 2:8-9, BLS).

4. INVITE A JESUCRISTO para que venga a tu vida y sea el director (Señor) de tu vida. “…pero a todos los que creyeron en él y lo recibieron, les dio el derecho de llegar a ser hijos de Dios. Ellos nacen de nuevo, no mediante un nacimiento físico como resultado de la pasión o de la iniciativa humana, sino por medio de un nacimiento que proviene de Dios.” (Juan 1.12–13, NTV). Jesucristo desea morar en nosotros: “Mira que estoy a la puerta y llamo. Si alguno oye mi voz y abre la puerta, entraré, y cenaré con él, y él conmigo.” (Apocalipsis 3:20, BAD). Ahora su Espíritu mora en nosotros: “…su cuerpo es el templo del Espíritu Santo, quien vive en ustedes y les fue dado por Dios.” (1 Corintios 6.19, NTV).

¿HAY ALGO MÁS QUE ME CORRESPONDA HACER RESPECTO AL PLAN DE DIOS?

Cuando el Espíritu de Dios vino a vivir en nosotros, ya nada nos podrá separar del amor de Cristo. “Ningún poder en las alturas ni en las profundidades, de hecho, nada en toda la creación podrá jamás separarnos del amor de Dios, que está revelado en Cristo Jesús nuestro Señor.” (Romanos 8.39, NTV). El Espíritu de Dios en nosotros se convierte en el sello de nuestra salvación: “…cuando oísteis el mensaje de la verdad, el evangelio que os trajo la salvación, y lo creísteis, fuisteis marcados con el sello que es el Espíritu Santo prometido. Éste garantiza nuestra herencia hasta que llegue la redención final del pueblo adquirido por Dios, para alabanza de su gloria.” (Efesios 1:13-14, BAD).

Sin perder la seguridad de la Salvación que Dios nos ha dado, Él aun nos pide algo más. Él desea que nosotros nos involucremos en Su Plan de Redención. Para ello:

DEBES UNIRTE A SU IGLESIA: La Iglesia es el cuerpo de Cristo. “Cristo también es la cabeza de la iglesia, la cual es su cuerpo.” (Colosenses 1.18, NTV) “El cuerpo humano tiene muchas partes, pero las muchas partes forman un cuerpo entero. Lo mismo sucede con el cuerpo de Cristo… todos fuimos bautizados en un solo cuerpo por un mismo Espíritu, y todos compartimos el mismo Espíritu.” (1 Corintios 12.12–14, NTV).  Después de haber creído en Jesús, “los que creyeron… fueron bautizados y sumados a la iglesia.” (Hechos 2.41, NTV).

DEBES HACERTE UN AGENTE RECONCILIADOR: Una vez que te has unido a Jesucristo y a su Iglesia Dios nos da otra tarea: “todo el que pertenece a Cristo se ha convertido en una persona nueva. La vida antigua ha pasado, ¡una nueva vida ha comenzado! Y todo esto es un regalo de Dios, quien nos trajo de vuelta a sí mismo por medio de Cristo. Y DIOS NOS HA DADO LA TAREA DE RECONCILIAR A LA GENTE CON ÉL. Pues Dios estaba en Cristo reconciliando al mundo consigo mismo, no tomando más en cuenta el pecado de la gente. Y nos dio a nosotros este maravilloso mensaje de reconciliación. Así que somos embajadores de Cristo; Dios hace su llamado por medio de nosotros. Hablamos en nombre de Cristo cuando les rogamos: «¡Vuelvan a Dios!».” (2 Corintios 5.17–20, NTV).

LA IGLESIA ESTÁ LLAMADA A MOSTRAR TODO LO QUE CRISTO ES: La Iglesia es el cuerpo de Cristo. La Iglesia con Cristo como cabeza está llamada a hacer todo lo que Él desea para el hombre. Jesucristo fue escogido por Dios como “máxima autoridad de todo para bien de la iglesia.” Es a través de Él que todo se llena «con su presencia, y en la iglesia se muestra todo lo que él es.» (Efesios 1:22-23, PDT).

¡EN LA IGLESIA SE MUESTRA TODO LO QUE ÉL ES!

¿Es eso real en nuestra iglesia? En “El Nuevo Himnario Popular” aparece un himno que se cantaba en nuestra iglesia en los días de mi niñez y adolescencia. Su título “PASANDO POR EL MUNDO” del autor B. B. McKinney. Adjunto fragmentos del referido himno:  

“Pasando por el mundo cruel que siembra en los hombres hiel;

Viviendo activo, puro y fiel; Mi anhelo es andar cual Jesús…

Ser cual Jesús es mi deber; Su gracia y amor tener.

Obrar con celo hasta vencer; Yo anhelo vivir cual Jesús…

¡Que en mi puedan ver a Jesús, Que en mi puedan ver a Jesús!”

La Iglesia debe hacer visible a Cristo: «Cristo llena todo con su presencia, y en la iglesia se muestra todo lo que él es.» (Efesios 1:23, PDT).

El apóstol Pablo en su carta a la Iglesia de Éfeso hace un llamado a todos sus miembros. Nos llama a que “todos llegaremos a la unidad de la fe y del conocimiento del Hijo de Dios, a una humanidad perfecta que se conforme a la plena estatura de Cristo… nos llama a “…vivir la verdad con amor” a crecer “…hasta ser en todo como aquel que es la cabeza, es decir, Cristo.” (Efesios 4:13-15, BAD).

Comparte en