Recordemos que Pablo ha dicho que hay algo más excelente, un camino mejor que ser reconocidos en la iglesia: el camino del amor. Pero para andar por ese camino necesitamos guías ejemplares. La Biblia nos dice lo que es el amor. Quiero que puedas leer lo que dice 1Corintios 13:4-8a:
«El amor es paciente, es bondadoso; el amor no tiene envidia; el amor no es jactancioso, no es arrogante; no se porta indecorosamente; no busca lo suyo, no se irrita, no toma en cuenta el mal recibido; no se regocija de la injusticia, sino que se alegra con la verdad; todo lo sufre, todo lo cree, todo lo espera, todo lo soporta. El amor nunca deja de ser;»
La definición parece estar describiendo más a una persona que a una cosa. Si fuese una cosa o algo diría: “el amor es paciencia” o “ser paciente”; “el amor es bondad” o “es ser bondadoso”. Pero no, la Biblia usa un recurso del lenguaje conocido como personificación para referirse al amor como alguien. Entonces, si el amor es alguien ¿quién es el amor?
Quisiera que pudiésemos hacer un pequeño ejercicio. Le quiero pedir que lea los versos de 1Corintios 13: 4-7 pero cada vez que aparezca en el texto el término “amor”, usted lo va a sustituir por su nombre:“_______ es sufrido, es benigno; _______ no tiene envidia, _______ no es jactancioso, no se envanece; no hace nada indebido, no busca lo suyo, no se irrita, no guarda rencor; no se goza de la injusticia, mas se goza de la verdad. Todo lo sufre, todo lo cree, todo lo espera, todo lo soporta .”
Si ya hizo este ejercicio quisiera preguntarle lo siguiente: ¿se cree usted todo lo que leyó de sí mismo? ¿En verdad es usted todo lo que leyó ser? Cuando yo lo hice tuve la sensación de que . Suena demasiado alto para todos nosotros ¿verdad? Ahora probemos el mismo ejercicio pero en vez de usar su nombre usted va usar el nombre de Cristo, a ver cómo le suena ahora la definición:“Cristo es sufrido, es benigno; Cristo no tiene envidia, Cristo no es jactancioso, no se envanece; no hace nada indebido, no busca lo suyo, no se irrita, no guarda rencor; no se goza de la injusticia, mas se goza de la verdad. Todo lo sufre, todo lo cree, todo lo espera, todo lo soporta .”
A que ahora sí tiene sentido la definición. De hecho me siento tentado a pensar que cuando Pablo se sentó a definir lo que era el amor simplemente miró lo más grande que podía mirar y observó al Hijo de Dios crucificado en el monte Calvario por nuestros pecados. Y ¿qué hijo de Dios no sabe quién es Jesucristo? Entonces si conocemos al Hijo de Dios, si verdaderamente hemos tenido una experiencia con Jesucristo podemos afirmar que sí conocemos lo que es el amor. De modo que el problema no radica en el conocimiento intelectual sino en vivir como Cristo vivió. Por eso el amor es una de esas cosas de las que solemos hablar con tanta facilidad pero que en realidad siempre es un desafío para todos nosotros.
El amor no se encuentra en un diccionario como un concepto profundo que debemos pensar y analizar. Está muy cerca de nosotros, está dentro de nuestros corazones. No pierdas más el tiempo pidiéndole a Dios que te de más amor. Pídele a Dios que te ayude a ser como Cristo y esfuérzate por imitarlo; te aseguro que tu amor crecerá más que nunca y entonces comprenderás de qué se trata el verdadero amor.
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