“EL PLAN DE DIOS PARA EL HOMBRE.” (2)

El pasado día 4 de marzo hizo un año en que la Asamblea General de la Asociación Convencional Bautista de Cuba Occidental aprobó trabajar en el plan estratégico “LUZ PARA MI TIERRA”. Al día siguiente fui nombrado presidente de la Junta de Misiones y quince días después el país se paralizo por la pandemia Covid-19. Hoy nuestro terruño y el planeta tierra en general es más oscuro.

“LUZ PARA MI TIERRA” no es un plan humano. Estamos hablando del plan de Dios para el hombre. A mi edad no quiero comprometerme con causas de segunda clase. No deseo desperdiciar el poco tiempo que me queda sobre esta tierra en seguir proyectos humanos. El plan del que les hablaré no es nada nuevo. Quiero refrescarles a ustedes el plan secreto que Dios “…había decidido realizar por medio de Cristo” (Efesios 1.9, TLA) y que se reveló hace dos mil años. Usaré el libro de Efesios para hablar de ello. Se trata de una carta que el apóstol Pablo escribió a la iglesia que estaba en dicha ciudad. Las condiciones en que se encontraba Pablo al escribir, pudieran parecerse a las nuestras.

I. UNA CARTA DESDE MI “PRISIÓN DOMICILIARIA.”

Pablo escribió a la Iglesia de Éfeso desde la prisión: “Ahora estoy encadenado, pero sigo predicando este mensaje como embajador de Dios.” (Efesios 6.20, NTV). Le era imposible a Pablo dar a conocer el mensaje a la Iglesia en un culto de adoración dominical. No había posibilidad de congregar una multitud para presentar su mensaje. Este año ni aun tuvimos la oportunidad de escuchar a los predicadores convencionales, que año tras año en una semana como esta, podíamos escuchar en la Asamblea General de nuestra Asociación.

Extrañamos ese encuentro fraternal en La Habana, donde nos uníamos para adorar, planificar, informar, debatir y hasta “fajarnos” por defender nuestros criterios… Este año no tendremos ese tiempo de convivencia que tanto bien hace a nuestras vidas. Ahora mismo estamos en prisión domiciliaria. No podemos verle la cara a la gente, pues todos tienen un trapo amarrado en la cara. No sabemos si se ríen o nos hacen una mueca cuando nos hablan. No se nos permite acercarnos los unos a los otros. No está permitido los apretones de manos, los abrazos afectuosos, los saludos «con un beso santo.» (1 Tesalonicenses 5:26, PDT). ¡Esto para un cubano es traumático!

Cuando Pablo escribió a Timoteo, él dijo estar “encadenado como un criminal.” Aunque nosotros estemos solo en “prisión domiciliaria”, como él también podemos decir: “la palabra de Dios no puede ser encadenada.” (2 Timoteo 2.9, NTV). Espero que este mensaje llegue a ustedes a través de las redes sociales, un e-mail, el “paquete semanal” y o una memoria flash que algún hermano lleve a tu casa… Si nunca puedes escuchar mis palabras, no hay problema, te queda La Biblia. Lee toda la carta de Efesios. Todo lo que comentaré en estas semanas, tiene su base en dicha carta.

II. EL PLAN DE DIOS, LA PARTE QUE ÉL YA HIZO.

“Incluso antes de haber hecho el mundo, Dios nos amó y nos eligió en Cristo para que seamos santos e intachables a sus ojos. Dios decidió de antemano adoptarnos como miembros de su familia al acercarnos a sí mismo por medio de Jesucristo. Eso es precisamente lo que él quería hacer, y le dio gran gusto hacerlo. De manera que alabamos a Dios por la abundante gracia que derramó sobre nosotros, los que pertenecemos a su Hijo amado. Dios es tan rico en gracia y bondad que compró nuestra libertad con la sangre de su Hijo y perdonó nuestros pecados. Él desbordó su bondad sobre nosotros junto con toda la sabiduría y el entendimiento. Ahora Dios nos ha dado a conocer su misterioso PLAN ACERCA DE CRISTO, un PLAN IDEADO PARA CUMPLIR EL BUEN PROPÓSITO DE DIOS.” (Efesios 1: 4-9, NTV).

El plan tiene que ver con resolver la enemistad que el pecado provocó en la relación Dios-Hombre. “El SEÑOR nuestro Dios es santo!” (Salmo 99.9, NTV).

En Él no hay pecado. El pecado nos separa de Dios. “Son sus pecados los que los han separado de Dios. A causa de esos pecados, él se alejó y ya no los escuchará.” (Isaías 59.2, NTV). Solo alguien sin pecado podría presentarse ante Dios a favor del ser humano pecador. ¡Ese fue Jesucristo, el Hijo de Dios! “y ustedes saben que Jesús vino para quitar nuestros pecados, y en él no hay pecado.” (1 Juan 3.5, NTV). “En esto consiste el amor verdadero: no en que nosotros hayamos amado a Dios, sino en que él nos amó a nosotros y envió a su Hijo como sacrificio para quitar nuestros pecados.” (1 Juan 4.10, NTV). Nada pudo hacer el ser humano en el plan de reconciliación con Dios. La iniciativa vino de Él y el costo por reconciliarnos con Él fue extremadamente grande: El sacrificio de Su Hijo. “Entonces la Palabra se hizo hombre y vino a vivir entre nosotros. Estaba lleno de fidelidad y amor inagotable. Y hemos visto su gloria, la gloria del único Hijo del Padre… De su abundancia, todos hemos recibido una bendición inmerecida tras otra… el amor inagotable de Dios y su fidelidad vinieron por medio de Jesucristo. Nadie ha visto jamás a Dios; pero el Hijo, el Único, él mismo es Dios y está íntimamente ligado al Padre. Él nos ha revelado a Dios.” (Juan 1.14–18, NTV). Por Su sacrificio logramos reconciliarnos con Dios: “Y todo esto es un regalo de Dios, quien nos trajo de vuelta a sí mismo por medio de Cristo.” (2 Corintios 5.18, NTV).

III. EL PLAN DE DIOS, ¡TODO LO POSIBLE YA ESTÁ HECHO!

Todo lo que Dios podía hacer por la salvación del hombre, ya está hecho. Así dijo Jesús desde la cruz: “Todo se ha cumplido.” “Todo está cumplido.” “¡Todo ha terminado!” “Consumado es.” (Juan 19.30, NVI, PDT, NTV, RVR60).

La parte que solo Dios podía hacer por la salvación del hombre, está hecha. Pablo así lo expresa en su carta a los romanos: “Así es, un solo pecado de Adán trae condenación para todos, pero un solo acto de justicia de Cristo trae una relación correcta con Dios y vida nueva para todos. Por uno solo que desobedeció a Dios, muchos pasaron a ser pecadores; pero por uno solo que obedeció a Dios, muchos serán declarados justos.” (Romanos 5.18–19, NTV).

Dios hizo todo por salvar al hombre. Ahora la bola está en nuestro campo. ¿Qué vamos a hacer con ella? La Biblia dice: “Hoy te doy a elegir entre la vida y la muerte, entre el bien y el mal…  entre bendiciones y maldiciones. Ahora pongo al cielo y a la tierra como testigos de la decisión que tomes. ¡Ay, si eligieras la vida, para que tú y tus descendientes puedan vivir!” (Deuteronomio 30.15–19, NTV).

Es incomprensible el infinito amor de Dios para nosotros. Me conmueve esa frase: ¡Ay, si eligieras la vida, para que tú y tus descendientes puedan vivir! Del sermón del pastor Ryan Holladay “El irritante amor de Dios”, he extraído el siguiente párrafo:

“La Biblia es la historia de dos personajes: Dios y Nosotros. Él quiere una relación con nosotros, pero nosotros no queremos una relación con Él. La razón por la que la Biblia es un libro tan largo es porque Dios no se da por vencido. De otra forma pudo haber sido un libro muy corto: “Dios creo a los seres humanos porque Él quería amarlos, ellos no correspondieron a su amor. ¡Fin!” En cambio, Él no se dio por vencido. Él siguió intentándolo, así que la historia de la Biblia durante miles de años y durante miles de páginas, es la historia de sus repetidos intentos por hacernos regresar a Él. Y algo que todos estos intentos tienen en común es que ninguno de esos intentos funcionó. ¡Ninguno funcionó! Así que al final de las tres cuartas partes del Libro, Dios hizo lo impensable y dijo “no puedo hacer que ellos se vuelvan a mí, así que creo que voy a tener que ir a ellos.” Y Él se volvió uno de nosotros en la persona de Jesucristo. En Jesús podemos ver al Padre persiguiéndonos por amor. El vino del cielo a nosotros, a la tierra por una sola razón: acercarse a nosotros. Y nosotros le respondimos con enojo, con violencia le respondimos matándolo.”

Un rechazo a un amor tan grande, nos deja sin más opciones: “Queridos amigos, si seguimos pecando a propósito después de haber recibido el conocimiento de la verdad, ya no queda ningún sacrificio que cubra esos pecados. Sólo queda la terrible expectativa del juicio de Dios.” (Hebreos 10.26, NTV). No hay una segunda opción para la salvación del hombre. No hay otro camino. No hay otra vía. ¡No hay más alternativa! Aun cuando la sociedad actual es intolerante respecto a esos términos, más cuando la mayoría dicen tener la razón; lo cierto es que no hay otra salida para el ser humano “¡En ningún otro hay salvación! Dios no ha dado ningún otro nombre bajo el cielo, mediante el cual podamos ser salvos.” (Hechos 4.12, NTV). La salvación del hombre no está en el inmenso universo observable. La salvación nos llega del más allá, del otro lado del “Big Bang.”

IV. EL PLAN DE DIOS, INCLUYE UNA RESPUESTA DE TÚ PARTE.

Los seres humanos deben decidir escoger o no el plan de Dios para salvación: “…escoged hoy a quién habéis de servir… yo y mi casa, serviremos al SEÑOR.” (Josué 24.15, LBLA).

Muchas personas malentienden algo importante sobre Dios. Malentienden lo siguiente: La Biblia dice que Dios me planeó a mi antes de formar la tierra y eso es verdad: “…antes de haber hecho el mundo, Dios nos amó y nos eligió en Cristo para que seamos santos e intachables a sus ojos.” (Efesios 1.4, NTV). Ellos dicen que Dios tenía un propósito para mí vida antes de crear el universo y eso es verdad: “Me viste antes de que naciera… Cada momento fue diseñado antes de que un solo día pasara.” (Salmo 139.16, NTV). Mucha gente piensa que como Dios tiene un plan y un propósito para mi vida y lo hizo mucho antes de que yo naciera… entonces todo está decidido, todo debe estar predestinado, todo está ya planeado. Así que ya no hay opción para mí.

“La Biblia enseña exactamente lo opuesto. Es verdad que Dios tiene un plan y un propósito para tu vida. Pero es verdad también que puedes perdértelo. No es automático. La mayoría se está perdiendo el propósito de su vida. Dios no se impone sobre ti. Dios no va a forzarte a disfrutar el plan para el que Él te creó. Muchas personas francamente desperdician su vida. Ellos no entienden que este plan y propósito tiene que elegirse, tiene que aceptarse, tiene que seguirse. Repetidamente la Biblia dice que Dios no te va a forzar a hacer Su voluntad. Te da la opción de aceptar o rechazar Su voluntad. Te da la opción de obedecer o desobedecer Sus instrucciones. Te da la opción de seguir o ignorar el propósito para el que te creó. Mucha gente honestamente se pierde el propósito de sus vidas debido a sus malas decisiones.”  Fragmento del sermón de Rick Warren: “LOS VALORES CORRECTOS, TE DARÁN EL FUTURO QUE DESEAS”.

La Biblia establece condiciones estrictas para que nosotros estemos «EN CRISTO» (Efesios 1.4, NTV), o sea, para que nazcamos de nuevo. Estas condiciones son el ARREPENTIMIENTO (de pecado), la CONVERSIÓN (vuelta a Dios) y la FE (creer a Dios).

“Jesús comenzó a predicar: «Arrepiéntanse de sus pecados y vuelvan a Dios.” (Mateo 4.17, NTV).

“«¡Por fin ha llegado el tiempo prometido por Dios! —anunciaba—. ¡El reino de Dios está cerca! ¡Arrepiéntanse de sus pecados y crean la Buena Noticia!».” (Marcos 1.15, NTV)

“Pedro contestó: —Cada uno de ustedes debe arrepentirse de sus pecados y volver a Dios… Entonces recibirán el regalo del Espíritu Santo.” (Hechos 2.38, NTV).

“Dios amó tanto al mundo que dio a su único Hijo, para que todo el que crea en él no se pierda, sino que tenga vida eterna.” (Juan 3.16, NTV).

“Pero a todos los que creyeron en él y lo recibieron, les dio el derecho de llegar a ser hijos de Dios. Ellos nacen de nuevo, no mediante un nacimiento físico como resultado de la pasión o de la iniciativa humana, sino por medio de un nacimiento que proviene de Dios.” (Juan 1.12–13, NTV)

“ESCOGIDOS EN CRISTO” de José M. Martínez y Ernesto Trenchard; nos dice al respecto:

“…tenemos la fiel promesa de Dios de que Él dará el don del Espíritu Santo y de la salvación a aquellos que se arrepientan, se conviertan y crean. Dios no se burla del hombre cuando le llama a la salvación. Todo hombre puede estar “en Cristo” si quiere arrepentirse, convertirse y creer, y no hay ningún ser humano que no pueda ser salvo si cumple estas condiciones.”

Uno de los mayores dones que Dios nos ha dado es nuestra capacidad de elegir. No eres un títere. Dios podría habernos hecho como marionetas, tiraría de todos los hilos, oraríamos cinco veces al día, haríamos siempre lo correcto… Pero si no tuviéramos opción, no habría mal en el mundo, ni tiroteos en las escuelas, no habría racismo, no habría intolerancia, no habría guerras, ni gente peleando. No habría abuso sexual, ni acoso. No habría ningún mal en el mundo si Dios nos quitara la libertad de elegirlo, pero a Él le agradó darnos la libertad de elegir. Esa es tu mayor bendición y tu mayor responsabilidad. Pero si eliges mal, es tu peor maldición.

V. DIOS, NOS PERMITE ESCOGER NUESTRO FUTURO.

Mucho de lo que pensamos influye en nuestra vida. Es lo que nos sucede. Lo pondré más claro. ¿Qué te pasa a ti en la vida? Siento todo lo malo que te sucede, porque el mundo está desecho no siempre eliges bien, otros no eligen bien, todos nos herimos. Pero lo que te pasa a ti en la vida no es tan importante como la forma en que elegimos reaccionar. Porque algunas personas pasan una mala situación y se crecen y otras se quiebran. Para algunos es un escalón, para otros es una piedra de tropiezo. Voy a poner dos personas bajo el mismo dolor y una de ellas triunfará y la otra fracasará; ¿Por qué? ¡Elección! Son las elecciones que haces. Tus elecciones son mucho más importantes para moldear tu vida que tus circunstancias. No puedes controlar todas las circunstancias que se dan en tu vida y eso lo siento, siento mucho tu pena. Ha habido circunstancias en mi vida que hubiera preferido no haber tenido. No puedes controlar las circunstancias en tu vida, pero puedes controlar que eliges. Puedes controlar tu reacción y puedes controlar si quieres que alguien te amargue o te mejore.

Lo que estoy diciendo es que hacemos elecciones y ellas nos hacen. Estás más moldeado por tus elecciones que por tus circunstancias. ¿Dónde estarás en diez años? ¿Dónde estarás en veinte años? Sin conocerte puedo decirte donde estarás. Dime cuáles son tus elecciones, porque las elecciones que haces hoy determinan donde estarás mañana.  No las que harás mañana. Los sabios siempre se están preguntando: ¿Qué necesito hacer hoy, para ir a donde quiero estar mañana? ¡Eso es sabiduría!

“Si necesitan sabiduría, pídansela a nuestro generoso Dios, y él se la dará; no los reprenderá por pedirla. Cuando se la pidan, asegúrense de que su fe sea solamente en Dios, y no duden, porque una persona que duda tiene la lealtad dividida y es tan inestable como una ola del mar que el viento arrastra y empuja de un lado a otro. Esas personas no deberían esperar nada del Señor; su lealtad está dividida entre Dios y el mundo, y son inestables en todo lo que hacen.” (Santiago 1.5–8, NTV)

VI. DIOS, ESPERA QUE TOMES LA DECISIÓN CORRECTA.

“Nadie puede servir a dos amos. Pues odiará a uno y amará al otro; será leal a uno y despreciará al otro.” (Mateo 6.24, NTV). La sabiduría que viene de Dios te ayudará a tomar la decisión correcta. Siempre tendrás que buscar a Dios para llegar a hacer lo correcto.

“LUZ PARA MI TIERRA” es un llamado a elegir un futuro de bendición para nuestra nación. “Sé muy bien lo que tengo planeado para ustedes, dice el Señor, son planes para su bienestar, no para su mal. Son planes de darles un futuro y una esperanza.” (Je. 29:11, PDT);

«piensen qué clase de persona deben ser y vivan una vida dedicada a servir a Dios. Esperen la llegada del día de Dios y hagan lo posible para que llegue pronto.» (2 Pe. 3:11-12, PDT);

hago todo lo posible para salvar a algunos.” (1 Co. 9.22, NTV);

“Hagan todo lo posible por vivir en paz con todos.” (Ro. 12.18, NTV);

“Mi deseo es que hagan todo lo que les ayude a servir mejor al Señor, con la menor cantidad de distracciones posibles.” (1 Co. 7.35, NTV);

hagamos todo lo posible por entrar en ese descanso, pero si desobedecemos a Dios.” (Heb. 4.11, NTV),

«esfuércense ahora por mejorar su vida (2 Pe. 1:5, PDT); esfuércense al máximo por responder a las promesas de Dios(NTV);

“Esfuérzate por presentarte aprobado ante Dios como un trabajador que no tiene nada de qué avergonzarse.” (2 Timoteo 2:15, PDT).

Hagan todo lo posible por mantenerse unidos en el Espíritu y enlazados mediante la paz.” (Ef. 4.3, NTV).

Con esta cita de Efesios dejo abierto el camino para continuar la próxima semana.

Elegir el camino a Dios, cambia el sentido de todo en nuestra vida. Efesios nos habla de las transformaciones que debemos hacer en nosotros para llegar “a la plena y completa medida de Cristo.” (Efesios 4.13, NTV).

La próxima semana hablaré de la oración más importante que yo encuentro en la Biblia. Es el camino para llegar a la medida de Cristo.

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