“EL PLAN DE DIOS PARA EL HOMBRE.” (3)

“LAS ORACIONES MÁS IMPORTANTES.”

“No he dejado de dar gracias a Dios por ustedes.  Los recuerdo constantemente en mis oraciones”  (Efesios 1.16, NTV).

Muchas de las oraciones que aparecen en los escritos del apóstol Pablo nos enseñan que sus peticiones están más enfocadas en el avance del evangelio, el conocimiento de Dios, el crecimiento espiritual del creyente y acciones de gracias a Dios por todo.

Aun cuando la Biblia está llena de infinidad de peticiones de oración, puedo entender que el apóstol centra su atención en las oraciones que finalmente pueden resolver los mayores problemas que ha tenido el hombre de todos los tiempos.

Joel Díaz, pastor de nuestra iglesia por varios años, decía que la lista de oración de la iglesia estaba llena de “hueso y pellejo.” Él quería decir que la mayoría de nuestras peticiones se centran en resolver los problemas que hoy agobian nuestra carne: salud, comida, finanzas, trabajo, estudios, vivienda, vestido, problemas relacionales (abundan los que piden compañía matrimonial y luego que la encuentran desean salir de ella).

En la carta a la iglesia de Éfeso encontramos algunas oraciones que Pablo hace, a las que se me ocurre llamar “LAS ORACIONES MÁS IMPORTANTES.” Más que enfocarse en el problema de hoy, el apóstol se proyecta en alcanzar un estilo de vida a la “estatura de la plenitud de Cristo.” (Efesios 4.13, RVR60). Veamos:

I.  ORACIÓN DE ACCIÓN DE GRACIAS:

Dar gracias a Dios, era una constante de Pablo al escribir a las iglesias. Sin dejar de señalar los defectos que pudieran tener las iglesias, él siempre hace mención en sus cartas de la gratitud que siente por ellas. De las oraciones de Pablo por la iglesia en Éfeso, la primera es de acción de gracias: “No dejo de dar gracias por vosotros, recordándoos en mis oraciones.” (Efesios 1.16, DHH). Esa misma oración la repite a otras iglesias y hermanos de la fe:

Iglesia en Roma: “Ante todo… doy gracias a mi Dios por todos ustedes.” (1.8, NTV).

Iglesia en Corinto: “Siempre doy gracias a mi Dios por ustedes.” (1 1.4, NTV).

Iglesia en Filipo: “Cada vez que pienso en ustedes, le doy gracias a mi Dios.” (1.3–4, NTV).

Iglesia en Colosas: “Siempre oramos por ustedes y le damos gracias a Dios.” (1.3, NTV).

 Iglesia en Tesalónica: “Siempre damos gracias a Dios por todos ustedes.” (1.2, NTV).

A Timoteo le recomienda: “Te ruego que ores por todos los seres humanos. Pídele a Dios que los ayude… y da gracias por ellos… Esto… le agrada a Dios.” (1 Timoteo 2.1–3, NTV).

Con Filemón lo hace: “…siempre le doy gracias a mi Dios cuando oro por ti.” (4, NTV).

En ocasiones la “acción de gracias” iba acompañada por un buen proceder de la iglesia. Aun cuando las cosas no estaban del todo bien en algunas Iglesias, Pablo agradecía a Dios por ellas. A la Iglesia de Filipo les recomienda: “…presentadlo todo a Dios en oración. Pedidle, y también dadle gracias.” (4:6, DHH). Esa habilidad de ser agradecidos me hace pensar que aun conociendo los errores que hoy tenemos, lejos de conformarnos a vivir con ellos, debe inspirarnos a enmendarlos con la ayuda de Dios al cual clamo. En el mensaje a las siete iglesias que aparece en Apocalipsis, el propio Señor que “camina en medio de ellas” (1.18–2.1, NTV); está consciente de los errores que tiene la iglesia. La frase: “pero tengo contra ti…” (2.4, RVR60), nos recuerda que en nuestra iglesia hay cosas que a Su Señor no le gustan.

Pablo conocía cosas que no estaban bien en la iglesia. Aun así él daba gracias, en la certeza que con la presencia de Cristo en medio de ella, todo puede ser resuelto: “Cristo amó a la iglesia. Él entregó su vida por ella a fin de hacerla santa y limpia al lavarla mediante la purificación de la palabra de Dios. Lo hizo para presentársela a sí mismo como una iglesia gloriosa, sin mancha ni arruga ni ningún otro defecto. SERÁ, EN CAMBIO, SANTA E INTACHABLE.” (Efesios 5.25–27, NTV).

II.  ORACIÓN POR CRECIMIENTO EN EL CONOCIMIENTO DE DIOS:

Pablo oraba por la iglesia de la siguiente manera: Pido que el Dios de nuestro Señor Jesucristo, el Padre glorioso, os dé el Espíritu de sabiduría y de revelación, para que lo conozcáis mejor…” (Efesios 1.17, BAD).  “…para que crezcan en el conocimiento de Dios.” (NTV). Él centró su oración en tres peticiones que nos permiten conocer mejor a Dios: “Pido a Dios que ilumine vuestra mente para que sepáis…” (Efesios 1:18-20, DHH) ¿Qué es necesario saber para crecer en el conocimiento de Dios?

  1. NECESITAMOS SABER “cuál es LA ESPERANZA a la que habéis sido llamados.” (NTV). Más adelante Pablo nos dice: “ustedes fueron llamados a una misma ESPERANZA GLORIOSA para el futuro.” (Ef. 4.4). A los Romanos le dice: “Todos sabemos que hasta hoy toda la creación se queja de dolor y sufre… No sólo el mundo, sino también nosotros sufrimos, pero ya tenemos el Espíritu como anticipo de la promesa de Dios. Ahora esperamos que Dios nos dé todos los derechos como hijos suyos cuando nuestros cuerpos sean liberados. Cuando fuimos salvos recibimos esa ESPERANZA, pero una esperanza que se ve no es realmente una esperanza, ¿para qué esperar lo que ya se ve? En cambio, nosotros estamos esperando lo que aún no podemos ver y LO ESPERAMOS CON PACIENCIA(Romanos 8.22–25, PDT). A Tito le dice: “aguardamos LA BENDITA ESPERANZA, es decir, la gloriosa venida de nuestro gran Dios y Salvador Jesucristo. Él se entregó a la muerte para pagar nuestra liberación del pecado y hacernos pueblo suyo, un pueblo deseoso de practicar el bien.” (Tito 2:13-14, BAD, CST-IBS). A los Corintios les afirma: “Tres cosas durarán para siempre: la fe, la ESPERANZA y el amor.” (1 Corintios 13.13, NTV).
  2. NECESITAMOS SABER “cuál es la RIQUEZA de su gloriosa herencia… que Dios da a los que pertenecen a su pueblo.” (BAD-NTV), LOS TESOROS DE GLORIA que encierra su herencia” (BPD). En Efesios 1.7 (NTV), Pablo nos da otra dimensión de la riqueza que nada tiene que ver con el oro y la plata: “Dios es tan RICO EN GRACIA Y BONDAD que compró nuestra libertad con la sangre de su Hijo y perdonó nuestros pecados.” En Romanos 8.17 (NTV), también nos habla de la riqueza que Dios nos ha dado como herencia: “Así que como somos sus hijos, también somos sus herederos. De hecho, SOMOS HEREDEROS JUNTO CON CRISTO DE LA GLORIA DE DIOS; pero si vamos a participar de su gloria, también debemos participar de su sufrimiento.”  Para Pablo el concepto de la riqueza de su gloriosa herencia, se hizo parte de su vida cotidiana. Él estaba convencido de la superioridad de la riqueza espiritual: “Somos pobres, pero damos riquezas espirituales a otros. No poseemos nada y, sin embargo, lo tenemos todo.” (2 Corintios 6.10, NTV).
  3. NECESITAMOS SABER “cuán grande y sin límites es SU PODER, el cual actúa en nosotros los creyentes…” (NTV). Puedo entender que hoy la Iglesia tiene una ignorancia muy grande acerca del poder incomparable de Dios y un desconocimiento total de que ése poder, actúa en nosotros. Pablo pide a Dios que “abra los ojos de nuestra mente” y podamos entender ese poder. Ese poder “es la fuerza grandiosa y eficaz que Dios ejerció en Cristo cuando lo resucitó de entre los muertos y lo sentó a su derecha en las regiones celestiales, muy por encima de todo gobierno y autoridad, poder y dominio, y de cualquier otro nombre que se invoque, no sólo en este mundo sino también en el venidero. Dios sometió todas las cosas al dominio de Cristo, y lo dio como cabeza de todo a la iglesia.” (Efesios 1:19-23, BAD). ¿Puedes entender esta última afirmación?

Pensemos por un momento lo que se está diciendo aquí sobre del poder de Dios:

  • Dice que ese poder resucitó a Cristo de los muertos.
  • Dice que ese poder puso al Cristo resucitado a la derecha de Dios mismo.
  • Dice que ese poder colocó a Cristo por encima de todo gobierno y autoridad, poder y dominio, y de cualquier otro nombre que se invoque, no sólo en este mundo sino también en el venidero.
  • Dice que Dios sometió todas las cosas al dominio de Cristo y lo dio por cabeza a la Iglesia…

¡DETENTE AQUÍ UN MOMENTO POR FAVOR! Aquí está diciendo que Cristo es la cabeza de la Iglesia. ¿Tú puedes razonar eso? ¿Tú puedes creer eso? ¿Tú puedes creer que ese poder tan sobrenatural es la cabeza, la guía de nuestra iglesia? Aunque no lo puedas razonar bien, la verdad es que ¡CRISTO ES LA CABEZA DE LA IGLESIA!

Pablo precisamente está pidiendo a Dios en oración que “alumbre los ojos de nuestro entendimiento” para que podamos ver ese asombroso poder que está al frente de la Iglesia.

Para concluir esta idea en 1:23 (DHH) se hace la siguiente afirmación: “La iglesia es el cuerpo de Cristo, la plenitud de Cristo, que es quien lleva todas las cosas a su plenitud.” Aquí nos está diciendo que la sola presencia de Cristo en la iglesia es suficiente para todo. Su presencia en la Iglesia, todo lo llena: “Cristo es, para la iglesia, lo que la cabeza es para el cuerpo. Con Cristo, que todo lo llena, la iglesia queda completa.” (Efesios 1.23, TLA).

La iglesia no necesita nada más que a Cristo. Y precisamente cuando la iglesia no tiene a su Señor como lo primero, fracasa. Ese fue el pecado que en Apocalipsis el propio Señor Jesucristo señaló a esta misma iglesia: “Tengo una cosa contra ti: que ya no tienes el mismo amor que al principio. Has abandonado tu primer amor.” (BAD). “Por eso, recuerda de dónde has caído, vuélvete a Dios y haz otra vez lo que hacías al principio. Si no, iré a ti y quitaré tu candelabro de su lugar, a menos que te vuelvas a Dios.” (Apocalipsis 2:4-5, DHH). Cristo es quien lo llena todo. Él es suficiente. ¡NECESITAMOS QUE NUESTROS OJOS PUEDAN VER ESO! «Cristo llena todo con su presencia, y en la iglesia se muestra todo lo que él es.» (PDT); Así la iglesia, que es el cuerpo de Cristo, está llena del que todo lo llena en todos.” (CST-IBS); “la cual es su cuerpo, y en la cual aquel que lo completa todo en todos halla el complemento de todos sus miembros.” (Oro); “También Él ha puesto todas las cosas bajo sus pies y se hizo la cabeza sobre todas las cosas para la Asamblea Mesiánica (Iglesia. Traducción israelita mesiánica), que es Su cuerpo, la expresión máxima de Él, quién llena toda la creación.” (Efe 1:22-23, DA).

¡EL PODER DE DIOS EN NOSOTROS SE HACE MANIFIESTO EN NUESTRA DEBILIDAD! «El Señor me dio una dolencia: un mensajero de Satanás, enviado a torturarme para que no me vuelva demasiado orgulloso. Le he rogado ya tres veces al Señor que me quite esa dolencia. Pero el Señor me dijo: «Mi bondad es todo lo que necesitas, porque cuando eres débil, mi poder se hace más fuerte en ti». Por eso me alegra presumir de mi debilidad, así el poder de Cristo vivirá en mí. También me alegro de las debilidades, insultos, penas y persecuciones que sufro por Cristo, porque cuando me siento débil, en realidad soy muy fuerte.» (2 Corintios 12:7-10, PDT).

III.  ORACIÓN POR FORTALEZA EN EL ESPÍRITU:

En el capítulo 3, Pablo sigue hablando del plan de Dios. Luego menciona su otra oración: “Me arrodillo para orar ante el Padre…” (Efesios 3:14, PDT). ¿Qué tipo de petición hace el apóstol por la iglesia?

  1. “A él le pido que en su infinita grandeza les conceda a ustedes fortaleza interior a través del Espíritu.” (Efesios 3:16, PDT).
  2. “Pido al Padre que Cristo viva en ustedes por la fe y que su amor sea la raíz y el cimiento de su vida.” (Efesios 3:17, PDT). Pide que Cristo viva en nosotros y que el amor sea el cimiento de nuestra vida. La próxima petición está enfocada a eso:
  3. «Así podrán comprender con todo el pueblo santo de Dios cuán ancho y largo, cuán alto y profundo, es su amor. El amor de Cristo es tan grande que supera todo conocimiento.” (Efesios 3:18, PDT). Un doctorado en el “amor de Cristo” supera todo conocimiento humano y no se logra con estudio. Se logra en oración. Se logra de rodillas.
  4. “Pero a pesar de eso, pido a Dios que lo puedan conocer, de manera que se llenen completamente de todo lo que Dios es.» (Efesios 3:18-19, PDT). La razón de conocer ese amor que supera todo conocimiento es que podamos llenarnos de lo que Dios es.
  5. «A través del poder de Dios que obra en nosotros, él puede hacer mucho más de lo que jamás podríamos pedir o imaginar.» (Efesios 3:20, PDT). Pablo vuelve a mencionar en esta oración el mismo poder que invoco en la oración del capítulo 1.
  6. ¡Gloria a Dios en la iglesia y en Cristo Jesús por siempre! Así sea. (Ef. 3:21, PDT).

El capítulo 4 y 5 es un llamado a la Iglesia a vivir el estilo de vida que da Gloria a Dios a través de su iglesia. Luego hablaremos de eso. Ahora terminamos con la última oración de la carta a los hermanos de Éfeso.

IV.  ORACIÓN FINAL:

Más que una oración es una enseñanza respecto a cómo debemos orar y algunos motivos que el apóstol pedía a la iglesia.

  1. “Oren y pidan siempre con la ayuda del Espíritu.” (Efesios 6:18, PDT).  Pablo llama a la iglesia a “no dejar de orar.” Debemos “rogad y pedid a Dios siempre, guiados por el Espíritu.” (DHH). Las oraciones que hemos analizado hoy a diferencia de nuestras oraciones de “hueso y pellejo”, deben ser oraciones guiadas por el Espíritu. La oración guiada por el Espíritu habla más de lo que Dios quiere hacer en nuestras vidas, que esa necesidad urgente que hoy deseo para mí. Todos en nuestra iglesia, yo el primero, hemos pedido a Dios que cese esta pandemia. Todos queremos volver a la normalidad de nuestra vida. Queremos que todo vuelva a ser como antes. ¿Alguien está viendo en esta crisis a Dios llevándonos a un nivel espiritual superior al que teníamos el pasado año? ¡ESPÍRITU DE DIOS, GUÍAME A PEDIR COMO CONVIENE!
  2. “Manténganse alerta y no dejen de orar por todo el pueblo santo.” (Efesios 6:18b, PDT). La oración en varios pasajes de la Biblia aparece como una manera de mantener a la Iglesia en estado de alerta. ¡NO PUEDE HABER DESCUIDOS EN LA ORACIÓN!  Aquí también hay un llamado a orar por todo el pueblo santo.
  3. Oren también por mí. Pidan que yo tenga valor cuando esté anunciando las buenas noticias y que los que escuchen puedan entender el plan secreto de Dios. Mi trabajo es ser delegado de Dios (“embajador en cadenas.”) para anunciar su mensaje y por eso estoy preso. Oren a Dios para que yo diga ese mensaje como debo hacerlo, sin miedo.» (Efesios 6:19-20, PDT). Sé que la iglesia ora por mí. Me recuerdan constantemente en sus oraciones. Hay dos motivos en la oración de Pablo que yo desearía que ustedes recordaran al orar por mí.  Que tenga valor para dar el mensaje. Que no tenga miedo a hablar la verdad de Dios. Que pueda decir el mensaje como debo hacerlo. Pido también que los que me escuchen puedan entenderlo. Ahora solo puedo escribir y hablar ante una cámara. ¡Eso es muy frustrante para mí! Pienso que nadie me está escuchando, que nadie está entendiendo… ¡OREN POR MÍ PARA DAR EL MENSAJE SIN MIEDO Y QUE SEA COMPRENSIBLE A QUIENES LO ESCUCHAN!
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